Muchos en algún momento hemos vivido la angustia y desesperación al recibir la noticia …”lo sentimos, Ud. no ha sido seleccionado”, o simplemente no recibimos respuesta. Frente a ese escenario cuestionamos nuestras capacidades y la seguridad en nosotros mismos se vuelve inestable y, con ello, seguimos nuestra búsqueda laboral con un sabor amargo, inseguros en ser capaces de lograr reinsertarnos laboralmente.
Sin duda es necesario afrontar este proceso desde una mirada crítica, donde efectivamente logremos identificar nuestros aspectos de mejora, y de esta forma, evitar que sean un obstáculo en nuestra búsqueda de empleo.
No obstante, cuando hemos avanzado en este camino y aun así no alcanzamos los resultados que esperamos las preguntas persisten en nuestro interior, ¿Por qué no quedé seleccionado en este empleo?, ¿qué pasa conmigo?…
En este punto, aparte de hacer un autoanálisis (que es 100% recomendable), también podemos incorporar variables externas que pudieran estar influyendo, variables que de alguna manera nos dan respuestas y nos pueden ayudar a redireccionar nuestra búsqueda laboral. Lo que sí hay que tener ojo a no atribuirle el 100% de responsabilidad.
Antes de juzgarte, considera que en cada empresa a la que postulas existe un estilo de organización, una dinámica de equipo y una jefatura que intenta buscar a un candidato que se ajuste a su manera de trabajar, a esa cultura organizacional en particular, y no sólo eso, que posea además un estilo relacional que vaya en concordancia al grupo de trabajo al que esa persona se incorporará. Estas características, junto al dominio técnico que se requiere son lo que llamamos “perfiles de cargo”, un concepto que de manera invisible resulta determinante muchas veces para el éxito de nuestra búsqueda.
Ten presente entonces que muchas veces no somos seleccionados para “esa” empresa, no coincidimos con el estilo de trabajo que prevalece en “ese” equipo, y que nuestras características más personales quizás no se ajustan a lo “esa” jefatura en particular busca del nuevo colaborador que se integre a su equipo. Sin embargo, puedes ser el candidato ideal si postulas al mismo cargo o uno similar en otra empresa, donde los filtros que recién comentamos sean distintos.
Siendo así, y a pesar de que siempre es recomendable mantener una mirada crítica de nosotros como trabajadores, que sea constructiva y que nos permita crecer, ¡evita decaer! …. frente a una nueva postulación te enfrentas a una nueva oportunidad desde cero, no arrastres miedos, quejas e inseguridades que pueden contaminar aquella postulación que realmente está hecha para ti.
Ahora bien, como decíamos, considera esta instancia como una oportunidad para replantear tu manera de abordar las entrevistas, dado que si llegaste hasta esta etapa lo más probable es que ahí sea donde debas pulir algún aspecto y potenciar tus potencialidades de empleabilidad.
En este punto es preciso señalar que, por ejemplo, las entrevistas psicolaborales tienen como objetivo identificar aquellas competencias y habilidades que destacan al candidato y cotejar éstas con las que el cargo requiere, a fin de proyectar su nivel desempeño. Siendo así, te damos los siguientes consejos:
- Antes de la entrevista revisa el aviso al que postulaste, las funciones que el cargo requiere desarrollar y, con esa información, intenta abstraer las competencias que están a la base de cada tarea. De esta manera, ya comenzarás a identificar las habilidades que seguramente indagarán en la entrevista y que podrás ir preparando con antelación…. cómo?, preguntándote a ti mismo…. ¿cómo podría demostrar que tengo esta competencia?, ¿en qué situación laboral previa podría verse reflejada?
- Infórmate sobre las características (valores) que distinguen a la empresa a la que postulas, ahí tendrás otro conjunto de competencias que seguramente serán foco de interés por parte de tu entrevistador. Es distinto postular a una agencia de marketing, donde la creatividad e innovación deben ser una de las competencias en las que destaques, que hacerlo a una consultora de auditoria, donde la capacidad de control y rigurosidad en el desarrollo de tus tareas sean la clave para poder encajar bien.
- Repasa las preguntas que consideras te generaron incomodidad en antiguas entrevistas, o frente a las cuales no lograste expresar de manera clara tus ideas. Crea un discurso con el que te sientas cómodo, que te permita en poco tiempo proyectar dominio y seguridad en torno a lo que quieres comunicar.
- Ten en consideración que cada pregunta tiene como base una competencia que busca ser indagada, aunque te parezca muy vaga o no comprendas su alcance en ese momento, el consejo es estar atento a lo que se te solicita, y desarrollar con la mayor precisión posible tus ideas en torno a ello (sin exagerar eso sí…)
Finalmente, mantén presente la idea de que el proceso de búsqueda laboral puede convertirse por momentos en un vaivén de emociones, transitarás por diferentes estados emocionales que potenciarán el éxito de tu búsqueda y otros, que lo entorpecerán. En este contexto, procura aplicar tus propios protocolos de acción frente a un “NO FUISTE SELECCIONADO”, considerando para aquello los puntos expuestos anteriormente, y si te preguntan en alguna entrevista de trabajo: Cuénteme una situación en que tuvo que llevar una tarea adelante y fue difícil perseverar en ella…sea ¡este el mejor ejemplo!
Paola Stela
Orientadora Laboral