Producto de los movimientos sociales y de la pandemia vividos en el último tiempo, ha sido difícil para la mayoría de las personas reinsertarse laboralmente, ya que disminuyeron las ofertas laborales y aumentó la cantidad de candidatos para las ofertas existentes, teniendo por una parte a quienes quedaron sin empleo, además de quienes hoy en día están buscando la oportunidad de cambiarse de trabajo.
Si a esto le sumamos el tener una nacionalidad distinta a la chilena, ser de otra etnia, ser mujer, tener una orientación sexual diferente a la heterosexual o una identidad de género diferente al sexo asignado al nacer y/o presentar un tipo de discapacidad, las barreras para acceder al empleo aumentan.
Se habla mucho últimamente de inclusión, pero ¿tenemos claro a que nos referimos con esto?, existe una tendencia a confundir integración con inclusión. Cuando hablamos de integración, nos referimos a que se reconoce que existen personas diferentes a lo que se considera común o normativo, y en la búsqueda de que todas las personas tengan acceso a la educación, al trabajo o a un grupo en particular, se intentan incorporar a todos dentro de la sociedad, pero se continua haciendo la diferencia entre “ellos” y “nosotros”, seguimos pensando que “ellos” deben acomodarse a nuestra forma y no nosotros hacer el esfuerzo por favorecer la relación, es decir, se proporciona un espacio, se reconocen como personas con los mismos derechos, pero, aun así, hacemos una diferencia y los apartamos.
La plena inclusión se entiende como reconocer nuestras diferencias y la diversidad de personas que componen nuestro entorno, facilitando que estas personas que son consideradas diferentes, puedan tener las mismas oportunidades, los mismos derechos y que se les ofrezca un espacio seguro, en el que puedan estudiar, trabajar o realizar cualquier otra actividad, tal como a cualquier ser humano que merece dignidad y respeto, ante todo, sin importar cual sea su diferencia.
A partir de esta necesidad de promover la inclusión es que se han formado algunas instituciones que contribuyen en capacitar e instruir a la sociedad y a las empresas respecto a como pueden hacer efectiva la inclusión, entregando bonos y reconocimientos a las organizaciones que incorporan dentro de sus políticas internas protocolos de inclusión, reconociendo a la diferencia como un valor necesario y un aporte a la evolución como sociedad.
Entre ellos encontramos al Servicio Nacional de Discapacidad (SENADIS) que es un organismo público creado para promover el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, eliminando la discriminación de estas personas, a través de la ejecución de políticas y programas a nivel nacional, tanto para el sector público como para el privado. Por otra parte, tenemos a la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) que representa a más de 4 mil empresas a nivel país y que dentro de sus propuestas de trabajo, se encuentra el construir un Chile más inclusivo, impulsando la actividad empresarial y aportando a disminuir la tasa de desempleo.
Respecto a la inclusión de la mujer, el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SERNAMEG), ha generado programas para lograr la independencia económica y el desarrollo de las habilidades de las mujeres del país, promoviendo su inserción a la fuerza laboral.
Otro organismo autónomo sin fines de lucro que persigue la plena inclusión e igualdad de derechos para la comunidad LGBTIQ+ es Pride Connection Chile que busca propiciar un ambiente laboral inclusivo y diverso, concientizando a las empresas respecto a la inclusión del talento diverso, favoreciendo espacios de trabajo seguro para personas con una orientación sexual diferente a la heterosexual y personas transgénero.
Finalmente, si bien se encuentran en revisión las políticas migratorias en el país, en el año 2019, el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) y la Dirección del Trabajo (DT) crearon el reconocimiento “Compromiso Migrante” para destacar a las empresas con un enfoque intercultural y no discriminatorio en su funcionamiento interno, como un incentivo para facilitar la incorporación de los migrantes a la fuerza laboral. También a raíz de este proceso migratorio se creó una sociedad gratuita llamada INFOMIGRA, que comparte información para que las personas extranjeras tengan acceso a las leyes, capacitaciones, empleos y otros datos que pudieran ser útiles en su ingreso al país.
Existen más organizaciones tanto publicas como privadas que velan por la plena inclusión de las personas, por lo que es importante que sigamos informándonos y poniendo de nuestra parte para lograr un país más justo, diverso e inclusivo.
Daniela Dinamarca
Orientadora Laboral