La preparación en todo el proceso de búsqueda es clave para que encuentren un trabajo rápido y que se ajuste a tu expectativa (y no quedarse con la sensación de “es lo que hay!”). Ahora, la preparación es aun más relevante cuando se trata de enfrentarse a las entrevistas, donde tendemos a ponernos nerviosos y asimilar el proceso con ansiedad e incluso angustia. Sigue los siguientes consejos para darle en el clavo y evitar el nerviosismo.[SS1]
El antes
1. Lee tu CV: esta hoja es el guión de la entrevista. Tienes que estudiarlo, de la cabeza a los pies. Te aconsejo que revises fechas y logros que hayas realizado y que sean algo que se pueda destacar en esa instancia. En las entrevistas (especialmente la psicolaborales), se enfocan en aspectos concretos de tu experiencia laboral, no técnicos. Por ejemplo: Trabajo en equipo, trabajo bajo presión, toma de decisiones, errores, entre otros. Si lo planteas de manera concreta es abordable (aunque no es necesario que lo coloques en tu CV como tal).
2. Planifica: Ten en cuenta que las entrevistas requieren de una logística tal como cualquier otra actividad. Prepara tu real motivación por el cargo o por la empresa (si la empresa es confidencial, enfócate en el rubro). Si es online, verifica tu conexión y lugar donde será tu entrevista. Lo recomendable es que sea un lugar lo más confortable posible. Tal como si fuera de manera presencial, debes estar lo más cómodo, pero sin olvidar que estás en un proceso de evaluación.
3. El “famoso” autoconocimiento: ¿Cuáles son tus verdaderas fortalezas y debilidades? Recuerda que ante todo somos seres humanos, nadie es perfecto (ni la persona que te entrevista), pero tal como se plantea en el punto anterior, el planificar tiene que estar en sintonía con conocer nuestras fortalezas y debilidades. Pero hay que tener tranquilidad, solo tiene que ver con aspectos laborales. Por ejemplo: Si dentro de tus fortalezas está la orientación al detalle y la planificación, es probable que tus debilidades se relacione con la dificultad de aceptar cambios de último momento o que se te dificulte la toma de decisiones si no tienes todo planificado como te gustaría en un escenario laboral ideal.
Durante la entrevista
4. Los “nervios”: Si, es normal sentir nervios en esta instancia (es una evaluación) por lo que es totalmente esperable que estés con algo de intranquilidad, pero eso se puede solucionar ocupándose del “antes” de la entrevista. Por eso se recomienda antes de la entrevista revisar tu CV por completo, recuerda situaciones concretas en que te hayas podido desplegar de manera efectiva tus competencias laborales como también las situaciones que fueron complejas, errores o situaciones donde se reflejen tus debilidades. Mientras más completo tengas tu CV, más fácil será aprender y tener clara las situaciones que han marcado tu desarrollo laboral y con eso bajará de manera considerable los nervios o ansiedad durante la entrevista.
5. ¿No es como lo esperabas?: Puede pasar. Porque por más que uno pueda preparar la entrevista, no se puede planificar. Y eso esta fuera de tu control. Tienes que estar alerta a distintos tipos de entrevistas o entrevistadores. Es distinto que te entreviste una persona de Recursos Humanos que una Jefatura directa o incluso una Gerencia. Prepara tu autoconocimiento desde tus habilidades blandas y abarca también la que sean técnicas. Por ejemplo: Te puedes sentir más a gusto con entrevistadores que sean más cercanos al momento de la evaluación, pero puede ser que quizás te toque una persona en el que su estilo de entrevista es más distante, pudiéndote sentir incómodo y puedas encontrar más difícil mostrarte de manera adecuada en la entrevista. Por eso es vital que conozcas bien los estilo que te acomodan o los que no, para que independiente de la forma en que sea la evaluación, puedas hacerlo de manera efectiva.
6. El lenguaje no verbal: Tus ojos hablan antes de que tu boca y tus palabras. Trata de mirar a los ojos, cuida tus manos al hablar. Las puedes mover, pero no exageres. Si sientes ansiedad, cuida los estímulos como la cafeína. Trata de descansar. Si tienes una entrevista en la mañana trata de dormir a una adecuada. Aunque pueda verse como algo muy obvio, es algo fundamental para dar una buena entrevista. Ejemplos: Mira siempre a los ojos al momento de responder una pregunta que sea de importancia (como logros) y también si tienes que responder preguntas difíciles. Por otro lado, si hablas muy rápido eso también se puede percibir como un exceso de ansiedad al momento de la evaluación (por eso hay que tener cuidado con el café que tomes en la mañana o durante el día o cualquier otro tipo de estimulante que eleve tu ansiedad). Si es una entrevista online mantén una distancia adecuada de la cámara, para que se pueda ver desde la mitad del torso hacia arriba, para que puedas expresar de mejor manera tus respuestas con un movimiento suave de tus manos, ya que ese detalle puede ayudar para darle más expresión y emoción a lo que respondes.
Después de la entrevista
7. Seguimiento: Puedes preguntar sin problema como sigue el proceso. No es algo que te deje en una situación de desventaja, al contrario, da cuenta de tu nivel de motivación por el cargo y la empresa o rubro. En ocasiones las personas a cargo del reclutamiento y selección también necesitan o requieren ayuda o recordatorios de parte de los candidatos (no eres la única persona postulando).
8. Anota y evalúa: Si ves que hay preguntas que son difíciles de abordar, escríbelas lo antes posible, ya que ese es material de estudio y preparación muy útil al momento de seguir preparando las entrevistas. Por ejemplo: Motivo de salida, fortalezas o debilidades, situaciones de logro, entre otras preguntas.
9. Sigue adelante: No pierdas el entusiasmo, te puede ir muy bien (que es lo que esperamos) o quizás no quedas en el puesto de trabajo. Pero lo importante es que sigas adelante en el camino de la búsqueda laboral: Buscar trabajo es un trabajo, pero se hace más fácil con la ayuda de tus contactos o con el acompañamiento de nosotros. Sigue postulando y lleva un seguimiento de que postulaciones concretas entrevistas y de cuales no, con esto puedes realizar una “proyección” de que postulaciones están generando más entrevistas y si está acorde a lo que realmente estás buscando como una próxima oportunidad laboral.
Esperamos que estos consejos prácticos te ayuden a tener presente lo importante que puede ser prepararte y no ir “a la vida” a tu próxima entrevista. ¡Éxito en tu búsqueda!
Esteban Rojas
Orientador Laboral