Cada vez se hace más común ver a nuevos emprendedores realizando sus negocios ya sea presencial o/u online. El contexto de pandemia mundial en el que nos encontramos ha forzado una facilitación de esta situación debido la baja de oportunidades en el mercado laboral y la búsqueda de las personas de tener sus propios negocios. Pero ¿qué es un emprendimiento? Partamos por ahí.
Es necesario aclarar conceptos que son similares, pero no iguales en relación al tema, el autoempleo y emprendimiento. El primero tiene relación con todos los profesionales independientes que generar recursos de forma autónoma a diferencia del emprendimiento que entrega servicios en donde se crea una estrategia y es en donde el emprendedor ve una oportunidad y trabaja esa idea.
Cuando decides emprender no todo será “color de rosa” y posiblemente no todo saldrá como lo tienes planeado. Puede que te encuentres con miedos, inseguridad y dudas. Esto es esperable ya que te estas insertando en un escenario nuevo lo que siempre va a traer elementos de inestabilidad. Pero siempre se pueden superar, en base a la decisión que tengas con tu proyecto, la convicción de lo que estás realizando te llena y tendrá un objetivo claro y también en base a “casarse con tu idea”.
Cuando ya tienes un emprendimiento y no sabes cómo hacer para que crezca te recomendamos tener en cuenta los siguientes aspectos: Organizar tu tiempo, siempre es importante poder distribuir tus tareas de manera equitativa durante el día. Crea tu marca y siempre mantente activo en tus redes, lo anterior provocará una satisfacción en los clientes por el tiempo de respuesta que puedas brindarles. Otro aspecto importante es mantenerte atento a los cambios en tu ambiente lo que te ayudará a implementar elementos a tu negocio o hacer giros a lo que realizas. Otro punto importante es evitar el agotamiento y tener tu tiempo de ocio para evitar una sobrecarga laboral o posible estrés y conciliar de la manera más adecuada el trabajo y la familia. Y, por último, te recomendamos rodearte por cooperadores que te permitan por un lado cumplir con tus obligaciones laborales, pero también optimizar tu tiempo para cumplir con estas metas.
Y respondiendo a la pregunta de este texto, ¿Cómo podemos hacer de nuestro emprendimiento nuestro futuro laboral? Ten en cuenta las habilidades esenciales o competencias psicológicas que te permitirán realizar tu negocio de manera formal y que te ayudará a mantenerlo en el tiempo. Vamos viendo una por una.
- Planificación y organización: Esta habilidad te permitirá ordenar tus tareas en el día a día, cumpliendo con las metas que te impongas y/o las entregas o compromisos que adquieras. Además, te ayudará a priorizar las acciones más importantes por sobre las secundarias.
- Flexibilidad: Cómo hemos comentado anteriormente, la habilidad de flexibilizar y estar atentos a los cambios en tu ambiente te puede ayudar a realizar mejoras y cambios que beneficiaran el desarrollo de tu negocio.
- Aceptación al riesgo: Cuando decides emprender, siempre vas a tener una cuota de incertidumbre propia de un escenario nuevo. El aceptar el riesgo te permitirá sobrellevar los elementos nuevos que aparezcan en tu emprendimiento o negocio.
- Adaptación al cambio: Esta habilidad es fundamental puesto que entre más rápido integres los cambios provocados en el exterior y te adaptes a estos, más rápida será tu respuesta a las solicitudes que te hagan.
- Liderazgo: Siempre es necesario mantener una actitud de líder ya sea con tus cooperadores como contigo mismo/a. Lo anterior lo mencionamos porque posiblemente tu emprendimiento no implique trabajar con cooperadores formales, pero siempre tendrás que tener contacto con proveedores o clientes con los cuales tu habilidad de liderar proporcionará la base para encauzar el negocio en la dirección que decidas.
- Trabajar bajo presión: Muchas veces los emprendimientos hacen que destines más tiempo al cumplimiento de tus metas que en un trabajo dependiente. Además, como los negocios dependen de las necesidades de otro, es fundamental tener la capacidad de responder de manera rápida y adecuada a las solicitudes del resto, controlando los niveles de estrés y manteniendo tu rendimiento en épocas de elevada carga laboral.
- Tolerancia a la frustración: No siempre la planificación que tengas resultará como pretendes o lo plazos se cumplirán como lo tenías estipulado. Por lo mismo es trascendental no detenerse en el fracaso y tolerar la frustración que puede provocar el que no cumplas con un plazo o una meta. Recuerda que el camino del emprendedor es de largo aliento.
- Relaciones interpersonales: El tener un correcto manejo de las relaciones interpersonales te ayudará a generar lazos de confianza y cooperación con el resto lo que potenciará tu emprendimiento. Además, te beneficiará a la hora de comunicarte con el resto.
- Innovación: Siempre será bien visto en un nuevo negocio elementos nuevos que puedas incorporar. En este punto no es necesario que crees un sistema nuevo o comiences desde cero en un tema en particular, súmales elementos distintivos a tus respuestas y ya estarás innovando.
Todo lo anterior provocará que tu emprendimiento sea tu trabajo y tu futuro laboral, en base a las habilidades esenciales que potenciarán tu marca y te permitirán planificar tus acciones durante el tiempo.
Marco Castillo
Orientador Laboral