Si nos encontramos en procesos de búsqueda laboral, y avanzamos a la etapa de las “bien ponderadas” entrevistas laborales (que podrían ser realizadas por jefaturas, psicólogos, personal del área de recursos humanos, gerencias, entre otros), hay cosas que debemos considerar, eventualmente dentro de una evaluación del desempeño laboral. Sea cual sea el tipo de entrevista a la que nos veamos enfrentados, nos harán ciertas preguntas relacionadas a nuestra experiencia laboral (hayamos trabajo o no), situaciones complejas que hayamos pasado en el ámbito profesional (en trabajos anteriores, y si no poseemos experiencia en situaciones de formación) o por nuestras fortalezas y debilidades, éstas últimas pudiendo ser expresadas a través de preguntas que aludan directamente a las mismas, o también a través de consultas como: ¿Cuáles son tus cualidades? ¿Qué encuentras que tienes que mejorar? ¿Por qué deberíamos contratarte? Y quizá una de las más creativas ¿Por qué NO deberíamos contratarte? entre otras.
El ABC
Lo importante asociado a lo anterior es como expreso esta información, ¿qué es lo que digo? De partida, lo mejor es hacer un ejercicio de auto-reconocimiento, identificando para que soy “bueno” y para que soy “malo” (o que debo mejorar), laboralmente hablando, y que situaciones me sirven de ejemplo para mostrar esta actitud en una entrevista.
Fortalezas
Analicemos un ejemplo: si crees que tu fortaleza es la organización, puedes mencionar que eres una persona estructurada, y esto lo puedes mostrar con el hecho de que para trabajar te estableces tiempos de trabajo asociados a cada tarea, sigues los procedimientos que te asignen, cumples con plazos, debido a que en tu anterior trabajo, o en la universidad, instituto, etc. llevabas a cabo ciertas tareas… y ahí contar una anécdota donde el otro pueda visibilizar lo que dices.
Debilidades
Por otra parte, están las debilidades, que son por lo general las que más nos cuesta expresar, porque si bien en algunos casos reconocemos que nos falta para cierto trabajo, sentimos que si lo mencionamos probablemente no nos contraten en el puesto que estamos postulando.
Cuando te pregunten acerca de esto, probablemente no esperan que respondas que una debilidad es que no manejas mucho inglés (especialmente si el idioma no es algo que influya en tu cargo de postulación) o que no manejas algún programa. Lo que interesa en estas instancias es conocer aquellas actitudes que dificultan tu trabajo y que es lo que haces para mejorarlas. Por ejemplo, una de las debilidades que la gente más ocupa es la desorganización, ante esto, lo que debes mencionar es como la trabajas, que es lo que haces para que esto no impida o interfiera en tu trabajo, ya sea a través de establecer un orden, listas de cosas por hacer, estableciendo prioridades pidiendo ayuda, etc. Lo importante en esto es como lo trabajas para ser mejor.
También queda la inquietud con respecto a que debilidades es adecuado expresar en mi entrevista de trabajo, ante esto es bueno que tengas claro previamente los requisitos que expresó en su momento la empresa en el aviso de postulación. Teniendo esto en cuenta, y una vez realizado un análisis sobre ti mismo, en torno a tus fortaleza y debilidades, podrás mencionar alguna que hayas logrado rescatar.
La importancia en el punto
Tal como te pudiste dar cuenta, el como se expresan estas habilidades y competencias, es de suma importancia, para que, quien me está escuchando, se lleve la impresión adecuada y no mal interprete. Por un lado tenemos claro hablar con la verdad, pero tenemos que saber expresar esto de manera efectiva. Nunca has escuchado cuando dices, el problema no esta en el fondo, sino en la forma.
Como resumen, es importante que logres reconoces cuales son tus puntos fuertes y débiles, ya sea preguntándole a otros que hayan trabajado contigo, o si existen esas instancias de retroalimentación en tu trabajo o en la universidad, recurrir a ellas, siempre con el afán de mejorar tanto a nivel profesional como personal. En conjunto con lo anterior, siempre es bueno que para prepararte comentes con otro posibles respuestas, siempre asociadas a situaciones y a tu experiencia, lo que no quiere decir que las memorices, sino que mientras mas reconozcas y hables del tema, resultará cada vez más natural abarcarlas en una entrevista, lo que te dará a su vez mayor tranquilidad y fluidez.
Karina Del Rio
Orientadora Laboral