Finanzas_personales

Planificación de tus finanzas mientras buscas trabajo

La planificación financiera es un concepto que todos hemos escuchado alguna vez, pero de la que quizás no nos hemos dado el tiempo de estudiarla, dado que vivimos en un mundo dinámico donde si algo nos parece complicado de entender tendemos a ignorarlo. Muchas veces el estrés generado en un día o una compulsión momentánea nos llevan a hacer gastos que luego nos arrepentimos, es algo que todos hemos pasado alguna vez.

El llevar un orden de nuestras finanzas personales teniendo un empleo estable quizás no resulte tan urgente, pero ¿Qué pasa si de un día a otro quedamos cesantes y con muchas deudas acumuladas? ¿Cómo lo hago para sobrevivir el tiempo que demore en encontrar un empleo? ¿Cómo me adapto a esta nueva situación? Hay que entender que los ahorros no son infinitos y por tanto hay que saber tratarlos más aún si hemos quedado desempleados, por tanto, es crucial el tomar la decisión de priorizar unas cosas por sobre otras con el objetivo de alcanzar un equilibrio y una adecuada gestión de las finanzas personales.

Hoy en día vivimos en un contexto macroeconómico en donde posterior a la pandemia del Covid-19 muchos países tuvieron que reactivar la economía con estímulos, lo que en el corto plazo ayudó a aliviar la situación de muchas familias, pero que a mediados de 2022 se empezaron a ver las consecuencias de una economía sobrecalentada, lo que conllevo subidas de precios y aumento de la inflación, palabra que hasta hace unos tiempos quizás no comprendíamos a cabalidad. Por lo mismo hoy en día el reto de llevar una óptima planificación financiera es mucho mayor si es que a esto le sumamos que llevamos tiempo sin empleo y que mis ahorros se irán desvalorizando a medida que perdure una alta inflación.

Cabe recordar que estas situaciones son pasajeras que no durarán para siempre. Llegará ese momento en que puedas encontrar un nuevo empleo y que hayas salido victorioso de este desafío.

Con la finalidad de ayudarte en gestionar tus recursos de manera apropiada, te presentare a continuación algunas recomendaciones para sobrellevar este proceso:

1- Analiza tu situación financiera actual:

Es muy importante que a partir del momento que estés desempleado puedas realizar un análisis de cuánto dinero tienes tanto en ahorros, tarjetas de crédito o efectivo y evaluar a priori cuánto tiempo podrías disponer de ellos. Cada realidad es distinta, algunos tenemos familia, vivimos solos, arrendamos u debemos pagar algún crédito, todas estas variables debes tenerlas presentes para que empiece a priorizar tus gastos de aquí en adelante.

2- Establece prioridades y fija límites de gastos mensuales:

Las cosas han cambiado y lo que gastabas antes en una compra compulsiva debería quedar restringido y solo centrarte en aspectos esenciales e indispensables para vivir (comida, vivienda, gastos básicos). Para ello te recomiendo hacer una lista de los gastos que hacías mes a mes y empezar a fijar prioridades y descartar gastos opcionales o lujosos. Lo importante es una adecuada planificación y ponderación de los gastos.

3- Lleva un registro de tus gastos diarios:

Hoy en día la tecnología nos puede ayudar a llevar un registro de nuestros gastos, mediante el teléfono celular podemos descargar algunas apps que nos van a permitir llevar un orden de nuestros gastos como por ej Fintonic u otra que podamos encontrar colocando la palabra “gastos”. Esto resulta de bastante utilidad para llevar un seguimiento en tiempo real de los gastos.

4- Cambio de costumbres:

Para reducir gastos deberíamos hacer un esfuerzo por adaptarnos a nuevas costumbres que nos puedan permitir ahorrar un poco más. Me refiero a las compras y estilo de vida, si antes íbamos al supermercado a comprar quizás ahora hacer compras en ferias o lugares que pueda adquirir lo mismo, pero más barato. Por tanto, analiza el comercio, buscando ofertas. Hoy en día también hay apps para buscar descuentos. Por otro lado, si acostumbrábamos a usar el auto quizás empezar a usar transporte público o salir en bicicleta. Cualquier hábito que teníamos y nos hacía gastar más de lo necesario deberíamos reemplazarlo por uno que pueda optimizar tus recursos financieros.

5- Evita sobreendeudarte:

Es lógico que uno tienda a pensar que, si está con pocos recursos debería tomar algún crédito de consumo para paliar los meses venideros, pero muchas veces es una bola de nieve que te acompañará por mucho tiempo y solo veras tu deuda subir. Si traías deudas estas no deben ser tu prioridad hoy en día, intenta algún refinanciamiento negociando con la entidad financiera. Por otro lado, si no traías deudas, puedes usar este medio para sobrellevar algunos meses, pero siempre con mucho criterio y cautela, ojalá con algún objetivo que te favorezca. Ojo que si te quedaste sin trabajo y tienes un finiquito, no pagues el 100% de tu deuda, sino que considera poder ir pagando esta mes a mes.

6- Busca otras formas de generar ingresos:

Nunca se sabe cuánto tiempo va a durar el estar desempleado, por tanto, puedes evaluar alternativas para generar ingresos como pueden ser trabajos temporales de medio tiempo, vender cosas que ya no necesites o empezar un emprendimiento. En estas circunstancias hay que evitar el quedarse de brazos cruzados y siempre buscar alternativas que te ayuden a sobrellevar este proceso. El autoconocimiento es fundamental en esta etapa para reconocer nuestras fortalezas y superar la adversidad.

Es importante que puedas ver esta situación como un desafío, el cual te permitirá generar un aprendizaje de cara al futuro donde desarrollaste competencias claves. Es un proceso que tendrá un final y es temporal, solo debes mantener una disciplina. Si es tu primera vez que te enfrentas a esto aprenderás de la experiencia y podrás anticiparte al futuro, manteniendo una rutina de planificación financiera, permitiendo generar ahorros en casos de emergencia u inversiones de cara al largo plazo. Todas las personas en algún momento de nuestras vidas nos vamos a enfrentar a una situación similar, la clave está en reflexionar de cómo esta situación me permitió aprender de los errores que estaba cometiendo.
¡Ánimo! ¡Es un ciclo que no dura para siempre!

Nicolás Zamora

Orientador Laboral